El trabajo en grupo y sus beneficios
Cuando una persona se plantea ir a terapia, lo más habitual es que esté pensando en la terapia individual. Sin embargo, la terapia de grupo puede llegar a ser incluso más efectiva para determinadas dificultades.
La terapia grupal consiste en reuniones entre varias personas que, o bien pueden presentar dificultades similares, o bien quieren potenciar una cualidad común, y se centra en las interacciones que se producen entre las personas del grupo, lo que promueve que se convierta en un espacio seguro en el que cada uno pueda escuchar y ser escuchado. Este formato grupal facilita que se den unas dinámicas terapéuticas que no suelen conseguirse de forma individual.
Las sesiones son dirigidas por un/a profesional (o varios) que ayuda a los integrantes del grupo a resolver sus conflictos y les facilita unas herramientas más adecuadas para conseguir sus objetivos.
Esta forma de terapia ofrece una serie de beneficios que de forma individual quizás no se darían.
Beneficios de la terapia grupal
Acompañamiento mutuo. Las personas sienten que no están solas en su dificultad y dejan de sentirse aisladas, siendo más conscientes de una dificultad compartida que promueve el acompañamiento mutuo.
Comprensión y aceptación. Una norma básica de las terapias grupales es la de aceptar y comprender al otro, sin juicios, ya que cada persona presenta sus propias inquietudes y dificultades en un contexto de apoyo y colaboración.
Vínculo fuerte. La necesidad de pertenencia y aceptación por parte de los otros es una de las necesidades básicas del ser humano. El grupo se fortalece a medida que los miembros empiezan a sentirse parte de él, lo que a su vez facilita el desahogo emocional en sesión.
Aprendizaje mutuo: El aprendizaje en el grupo se construye a partir de las experiencias de los demás, de sus errores y aciertos.
Visión más enriquecedora de uno mismo: El grupo permite a los propios miembros descubrir que la imagen que ofrecemos a los demás puede ser muy diferente de la autoimagen que concebimos de nosotros mismos.
Así pues, la terapia de grupo es tan eficaz porque las personas sienten que no están solas con su problema, se rompe el aislamiento al que muchos se habían sometido, y se abre la posibilidad de compartir emociones y pensamientos sin miedo a la crítica, lo que fomenta un elevado nivel de cohesión grupal que conduce a cambios psicológicos más estables a lo largo del tiempo.
Y es que,
El objetivo esencial es que el grupo sea el instrumento que potencie el cambio deseado.
Al principio, algunas personas pueden ser reacias a involucrarse en una terapia de grupo y es perfectamente comprensible tener estas dudas, ya que integrarse en un grupo también implica involucrarse emocionalmente con otras personas, desvelar tu identidad y descubrir la suya, y eso a veces puede resultar un tanto incómodo. Sin embargo, todos vivimos en grupos y las experiencias de los demás pueden resultar muy valiosas, al igual que las propias lo pueden resultar para los demás.
Con la terapia de grupo, poco a poco irás ganando confianza y podrás hablar abiertamente de aquello que te preocupa en un ambiente de apoyo y comprensión que te aliviará.
